Consejos para maximizar la obtención de nutrientes en la dieta

Como elegir, guardar y cocinar los alimentos para que guarden el máximo de propiedades.

Alimentos para aumentar la fertilidad

El crucial papel de la alimentación en la sexualidad y la fertilidad.

"Arroz para vivir y flores para tener algo por lo que vivir"

Matices del arroz: integral y ecológico.

Alimentación vs. Nutrición, la elección está en tus manos

Alimentarse y nutrirse son dos términos cuyas diferencias merecen exponerse.

domingo, 31 de agosto de 2014

Manos limpias, manos seguras

A través de las manos se transmiten la mayoría de los gérmenes a los alimentos.
La limpieza escrupulosa de las manos es la medida higiénica más importante de todas. El lavado de las manos debe realizarse con agua y jabón líquido abundante, utilizando un cepillo de uñas y el secado con papel de un solo uso  a la hora de preparar la comida.

El manipulador de alimentos siempre deberá lavarse las manos
  • Al iniciar la jornada de trabajo
  • Después de ir al servicio
  • Después de la manipulación de desperdicios
  • Cuando haya tenido que tocar objetos no rigurosamente limpios (dinero, teléfono, llaves…)
  • Después de que se haya tocado el pelo, nariz, boca
  • Entre dos manipulaciones de materias primas diferentes (ej, verduras-pescados)
  • Siempre, al volver al puesto de trabajo después de una ausencia

La forma correcta de lavarse las manos
  • El paso de enjabonar manos, uñas y muñecas debería durar al menos 30’
  • Mojarse las manos
  • Enjabonarse las manos, incluidas las muñecas, con jabón
  • Cepillado de uñas con un cepillo adecuado, o en su defecto, rascarlas contra la palma enjabonada
  • Aclarado con abundante agua. (en restauración se deben usar lavabos de accionamiento manual para evitar recontaminar las manos después de lavadas.
  • Secado con toallas/papel desechable.

Ajo, Allium sativum L., el guardián del corazón

El ajo ocupaba ya un destacado lugar en la alimentación de los egipcios y los hebreos. Los egipcios lo elevaron incluso, al rango de divinidad.
Sus propiedades antisépticas fueron las primeras en utilizarse contra un gran número de males, entre los que destacan la peste y el cólera.

Propiedades
El hecho de que sus virtudes terapéuticas desaparezcan tras el cocinado hace necesario su consumo en estado fresco, cortado a finas láminas o en forma de polvo total molido.
 El ajo disminuye la agregación plaquetaria y aumenta sensiblemente la actividad fibrinolítica. Estos dos efectos conjugados le confieren propiedades antitrombóticas. Gracias a su actividad hipolipemiante e hipocolesterolemiante, previene igualmente la arteriosclerosis y los accidentes vasculares asociados a la misma.
Por lo tanto, el ajo contribuye a mejorar la circulación sanguínea y de ahí su acción beneficiosa sobre la hipertensión arterial.  También ayuda a mantener los niveles normales de colesterol. En trabajos recientes se ha demostrado que no sólo es bacteriostático, sino que también es antifúngico y un buen desinfectante intestinal.
Las propiedades del ajo se deben a unas sustancias de naturaleza azufrada, la aliína y el ajoeno, todo y que la molécula más activa es la aliína, y es ésta a la que siempre se hace referencia.

Principales indicaciones
  • Rebaja los lípidos sanguíneos
  • Fluidifica la sangre (evita trombosis)
  • Actúa como antimicrobiano de amplio espectro
  • Elimina los parásitos intestinales
  • Ayuda a reducir las inflamaciones de las articulaciones

Precauciones
Debido a su acción antiagregante plaquetaria, se aconseja tomar con precaución en casos de hemorragias activas, pre y post operatorios o tratamientos con fármacos anticoagulantes.
Embarazo y lactancia: no se han descrito.






miércoles, 27 de agosto de 2014

Alimentación vs. Nutrición, la elección está en tus manos

Alimentarse bien es uno de los caminos más fiables para proteger y mejorar la salud. La nutrición ha jugado y juega un importante papel en nuestra vida, incluso ya antes del nacimiento, aunque muchas veces no seamos conscientes de ello. Cada día, y varias veces, seleccionamos y consumimos alimentos que pueden estar condicionando nuestro estado de salud, para bien, y en ocasiones, también para mal.

La alimentación puede definirse como el proceso mediante el cual tomamos del mundo exterior una serie de sustancias que, contenidas en los alimentos forma parte de nuestra dieta y son necesarias para la nutrición. El alimento, es por tanto, todo aquel producto o sustancia que una vez consumido aporta materiales que cumplen una función nutritiva en el organismo. Funciones de la alimentación:
  • Calmar el apetito y el hambre.
  • Proporcionar al organismo los nutrientes necesarios para satisfacer sus necesidades.
  • Mantener la salud del organismo o para recuperar un estado de salud perdido.
  • La alimentación también es una fuente de placer, es una señal de cultura y tiene un significado familiar.

La nutrición, es el conjunto de procesos mediante el cual el hombre ingiere, absorbe, transforma y utiliza las sustancias que se encuentran en los alimentos y que tiene que cumplir tres importantes objetivos:
  1. Función energética: suministrar energía para el mantenimiento de sus funciones y actividades. La energía mínima necesaria para las funciones vitales del organismo es el metabolismo basal, que sumado al gasto energético que requiere la actividad física, obtenemos la tasa de energía diaria que se llama metabolismo total (metabolismo basal + gasto energético= metabolismo total).
  2. Función plástica: aportar materiales para la formación, crecimiento y reparación de las estructuras corporales y para la reproducción.
  3. Función reguladora: suministrar las sustancias necesarias para regular los procesos metabólicos que continuamente se producen en el organismo.

Aunque los términos alimentación y nutrición se utilizan con frecuencia como sinónimos, conviene recordar que la alimentación constituye el conjunto de procesos que van desde la elección del alimento hasta que se introduce en la boca. La alimentación es un proceso externo, voluntario, y por lo tanto educable, implica los procesos de selección, adquisición, preparación e ingestión. La nutrición por el contrario, comienza en el momento en que los alimentos reciben la acción de enzimas y fermentos a lo largo de todo el aparato digestivo, que permite liberar los nutrientes para su absorción y utilización. Es un proceso interno, involuntario y no educable.

Alimentación
Proceso externo, voluntario y educable
Selección, adquisición, preparación e ingestión (insalivación, masticación)
Nutrición
Proceso interno, involuntario y no educable
Digestión, absorción y utilización

martes, 26 de agosto de 2014

Los días fértiles, el mejor momento para la concepción

Para calcular los días fértiles hay que anotar en un calendario el primer día de le regla. Si la mujer tiene el ciclo cada cuatro semanas, la ovulación tiene lugar más o menos en torno al día catorce a partir del primer día de su menstruación. En este caso los días comprendidos entre el noveno y el decimocuarto son los más fértiles. Esto no significa que sea imposible quedarse embarazada antes del décimo día. Las situaciones emocionantes, las vacaciones y llevar una vida desordenada pueden afectar al momento de la ovulación.
Se recomienda que durante la semana que la mujer tiene la regla su pareja “ahorre” su esperma y se contenga sin eyacular. De este modo el semen estará fuerte en el momento en que la mujer está más fértil. Un exceso de eyaculaciones, varias veces al día, también dificulta la calidad del esperma. En cuanto la menstruación termina, es aconsejable tener relaciones sexuales tres veces por semana. Así el esperma se mantiene vigoroso y siempre queda una reserva dispuesta para el gran momento. Para calcular el día fértil del ciclo, en caso de tener un ciclo menstrual más largo o más corto, hay que contar dos semanas ante del primer día del último ciclo menstrual. De este modo se sabe de forma aproximada el día de la ovulación. 

Existen distintos métodos y pistas para ayudarnos a conocer el día de la ovulación:
  • Medición de la temperatura Basal. Después de la ovulación, aumenta la cantidad de Progesterona y ésta  es la responsable del aumento de temperatura basal corporal (entre 1º y 2º) que se mantiene durante unos 10-12 días. Haciendo un seguimiento de la temperatura basal durante 2 o 3 meses se puede percibir el día de ovulación de cada mujer.
  • Algunas mujeres sienten molestias, dolor en los pechos, cambios de apetito o tienen sangrados cuando ovulan.
  • Secreciones vaginales: el moco cervical va cambiando durante el ciclo. Cuando se acerca la ovulación, se vuelve más claro, elástico, filamentoso e escurridizo (parecido a la clara de huevo), ideal para percibir el esperma. Justo después de la ovulación, el moco se espesa y pierde elasticidad. El periodo más fértil empieza los últimos días que se tiene moco cervical claro hasta unos días después. Es el indicativo más fácil de detectar.
  • Cuello del útero: hay que tener práctica en la palpación notar las diferencias. En el máximo de fertilidad, el cérvix se siente alto, blando y húmedo.Aumento de la LH: Los kits de ovulación que se venden en farmacias, suelen medir el pico de LH que se produce entre 24 y 36 horas antes de la ovulación.
  1. El ciclo de la mujer
  2. Se divide en dos fases: Fase folicular y fase lútea.
    Es un cocktail hormonal gestionado básicamente por 4 hormonas: estrógeno, progesterona, hormona foliculoestimulante (FSH) y hormona luteinizante (LH).

    a. Fase folicular
    Ovarios y Estrógenos
    • Estimulan el desarrollo del ovocito dentro del ovario para ser liberado en la ovulación.
    • Crecen hasta el pico de h. luteinizante (LH)
    • Estimula al endometrio a engrosarse
    Hipotálamo y FSH
    • Ayuda a que el ovocito madure.
    • Los estrógenos la hacen reducir para que se desarrolle un solo ovocito.
    Hipotálamo y LH
    • Estimula la ovulación y la liberación en el ovario del ovocito
    b. Fase Lútea
    Ovarios y Progesterona
    •  Construye y engrosa el endometrio.
    • Desarrolla estructuras glandulares y vasos sanguíneos que aportan nutrientes para el mantenimiento del embrión.
    • Detiene la producción de FSH y LH.
    • Eleva en ½ la temperatura del útero, listo para recibir al óvulo.
  3. El ciclo del hombre
  4. Es un ciclo continuo, se es fértil a lo largo de toda la vida a partir de la pubertad.
    No existen días más o menos fértiles aunque el grado de fertilidad se puede ver afectado por diferentes factores.

Historia de las vitaminas y los minerales

Desde la antigüedad más remota, el hombre ha relacionado la alimentación con el vigor, la fecundidad y la salud. Ya en el año 337 a.C., Hipócrates aconsejaba: Que el alimento sea tu medicina y que tu medicina sea tu alimento”.


Etapa empírica
Los alimentos se utilizaban empíricamente para curar determinadas enfermedades reconocidas actualmente como carenciales: hígado para tratar la ceguera nocturna (carencia de vitamina A) por los egipcios (Papiro de Eberts 1.550- 1570 a.C), o el tratamiento del escorbuto (carencia de vitamina C) con extractos de agujas de pino (indios americanos) o con zumos de cítricos (viajes marinos en el siglo XVII).
Durante el siglo XVIII la deficiencia de niacina (pelagra) se hizo frecuente en el sur de Europa entre grupos que comían exclusivamente maíz, en el cual esta vitamina no está biodisponible. Los estudios de Gaspar Casal (1739) sobre el “mal de la rosa” en España, y los de Frapolli en Italia sobre la “pelle negra” mostraron la relación entre la enfermedad y el consumo de maíz. Cabe señalar que en Mesoamérica, donde se desarrolló este cereal, el maíz se consume como mixtamal, en el cual la niacina sí está biodisponible gracias al cocimiento del maíz en un medio alcalino.
La deficiencia de la vitamina C, el escorbuto, fue especialmente frecuente entre los marineros embarcados por períodos largos sin frutas ni verduras en su dieta. James Lind, médico naval escocés, realizó experimentos en 1.735, sus hallazgos, como los de Casal y Frapolli en relación con la pelagra, no se difundieron hasta el siglo XX.

Etapa del descubrimiento
Al concluir el siglo XIX se creía que los alimentos únicamente se componían de proteínas, grasas, hidratos de carbono y calorías. Los minerales eran cenizas, esto es, simples residuos. Sería Liebig en 1869 quien se ocuparía de la importancia de las “sales minerales”. Su investigación se centró en los componentes del hueso y en otros elementos como el hierro, que forma parte de las células de la sangre.
Al mismo tiempo se empieza a descubrir lo que ahora conocemos como vitaminas. En 1906, en Inglaterra, Hopkins observó la imposibilidad de mantener animales vivos y sanos cuando se les administraban dietas que llamaban entonces “puras”, esto es conteniendo únicamente hidratos de carbono, grasas, proteínas y minerales, y determinó que “existen una serie de sustancias que están en los alimentos en cantidades mínimas y que son indispensables para la vida”.
El beriberi surgió como epidemia en el sudeste de Asia a principios del siglo XIX como resultado de la entonces nueva costumbre de pulir el arroz, que elimina la tiamina presente en el pericarpio de este cereal. Al almirante japonés Takaki le llamó la atención que el beriberi ocurría entre los marineros, pero no en los oficiales, y en 1.887 informó del efecto de los cereales integrales y las carnes para curar la enfermedad, pero su informe quedo archivado.
Gracias a una serie de afortunadas coincidencias, pocos años más tarde Christian Eijkman logró establecer un modelo animal, el primero en la historia de la nutriológica, del beriberi en el pollo que pudo curar con arroz integral; aunque su interpretación inicial de un “envenenamiento de arroz pulido” y de la “existencia de un contraveneno en la cascarilla del grano” fue errónea, su ayudante Gerrit Grijns proporcionó en 1.906 la interpretación correcta de los experimentos y el nuevo concepto de deficiencia quedó establecido.
Pero fue en 1.912 el bioquímico Casimir Funk el encargado de averiguar la estructura química: era una amina, y como resultaba esencial para la vida acuñó el término “vit-amina”.
Elmer V. McCollum buscó en la leche el factor protector contra la xeroftalmia (enfermedad de los ojos caracterizada por la sequedad de la conjuntiva y opacidad de la córnea), y lo encontró en 1.913 en la grasa de la leche y la yema del huevo, llamándolo vitamina A de acuerdo con lo sugerido por Funk. Se bautizó así la primera vitamina, y se decidió asignar la letra B a la vitamina de la cáscara del arroz, y la letra C a la vitamina antiescorbútica de las frutas y verduras.
El propio McCollum, varios años después, dio el nombre de Vitamina D al factor antirraquítico, distinto de la vitamina A, presente en el aceite de hígado de bacalao.
En 1.922 Evans y Bishop descubrieron la vitamina E, factor preventivo de la esterilidad en ratas alimentadas con dietas sintéticas, y en 1.930 Henrik Dam llamó vitamina K (por Koagulation en danés) al factor del alfalfa que prevenía las hemorragias experimentales en pollos alimentados con dietas exentas de lípidos.
Esta historia de repitió varias veces hasta 1.948, cuando se descubrió la vitamina B12 como factor antianemia perniciosa (anemia megaloblástica).

Etapa bioquímica
Durante la etapa posterior al descubrimiento, tiene lugar otra nueva etapa relacionada con las funciones bioquímicas, estableciéndose entonces las primeras “Ingestas Diarias Recomendadas” (IDR) o (CDR) Cantidad Diaria Recomendada determinadas por organismos de salud oficiales. Son las cantidades medias de cada uno de los nutrientes a suministrar por persona y día, para cubrir las necesidades de un grupo de personas o de una población en buen estado de salud. Las primeras normas establecidas por las RDA se publicaron en 1.943, siendo sometidas a revisión periódicamente, efectuándose la última por parte de la Academia Nacional de las Ciencias de los EE.UU en 1.998.
Coincidiendo con esta época, comienza la producción industrial de los alimentos enriquecidos con vitaminas (harinas de cereales) para prevenir enfermedades carenciales tales como el beriberi, escorbuto, pelagra y el raquitismo, que en la actualidad han dejado de ser un problema en los países desarrollados.
  
Etapa actual
Los nutrientes antioxidantes forman parte de las defensas naturales del organismo contra los radicales libres. Numerosos estudios epidemiológicos han demostrado que el consumo de alimentos ricos en vitaminas antioxidantes como C, E, así como beta caroteno. Reducen el riesgo de padecer ciertas enfermedades como cáncer, enfermedades cardiovasculares y cataratas.
En la actualidad los organismos internacionales estudian el papel, no sólo de las vitaminas antioxidantes sino también de otros nutrientes esenciales y no esenciales, en la prevención e incluso en el tratamiento de las enfermedades, todo ello con el fin de mantener y mejorar la salud, para proporcionar a los seres humanos una vida más larga y sobre todo de mejor calidad.