lunes, 22 de septiembre de 2014

Consejos para maximizar la obtención de nutrientes en la dieta

“Para los animales pluricelulares como el ser humano, la nutrición es el conjunto de procesos bilógicos, psicoemocionales y socioculturales involucrados en la obtención por el organismo y en la asimilación y utilización metabólica por cada una de las células, de las sustancias energéticas, estructurales y catalíticas necesarias para la vida”

La nutrición es un proceso multi-factorial, resultado de la interacción entre las características genéticamente heredadas y lo que puede llamarse “historia ambiental” del organismo. Esta historia ambiental está compuesta en primer término por la alimentación, pero en forma no menos importante, por el ambiente físico, el ambiente biológico, el ambiente psicoemocional y el ambiente sociocultural, integrados en el tiempo.
Si todos los factores, al menos la mayoría son favorables se alcanzará una nutrición óptima, o al menos una nutrición cercana a lo óptimo. Pero si uno o más de esos factores son suficientemente desfavorables, la nutrición se alejará de lo deseable. Por ejemplo, hay innumerables demostraciones de que un individuo genéticamente sano y alimentado correctamente puede no nutrirse bien si su vida psíquica o social no son satisfactorias.
Asimismo, más de la mitad de los nutrientes en los alimentos que se consumen son destruidos antes de que lleguen al plato (dependiendo del alimento que se elija, como se almacene y como se cocine). Cada proceso que atraviesa el alimento, como la recolección antes de la completa maduración, fritura del alimento, congelación, provoca una pérdida de nutrientes como las vitaminas y los minerales.

Consejos generales para mejorar la fase de obtención de los nutrientes en la alimentación.
  • Compre alimentos lo más frescos posibles y no procesados e ingiéralos en un corto espacio de tiempo. Guarde la comida fresca en un recipiente o contenedor hermético en el frigorífico, al fresco y en la oscuridad.
  • Los frutos secos y las semillas contienen gran cantidad de aceite y se deberían comer con la mayor frescura posible para evitar su enranciamiento (oxidación).
  • Procure comprar alimentos con garantías de que hayan sido cultivados mediante métodos biológicos. Consuma alimentos integrales como el arroz, la avena, y en grano, ya que poseen toda la riqueza inherente en sus componentes.
  • La dieta debería seguir las estaciones, procurando comer lo de cada estación y zona.
  • La nutrición equilibrada se basa en la utilización de las cantidades óptimas de todos los nutrientes esenciales. Como ningún alimento los contiene todos, la mejor manera de obtenerlos es a partir de una gran variedad de alimentos. La variedad tiene más capacidad de satisfacer nuestras necesidades que la dependencia de un alimento concreto.
  • Lave las frutas y las verduras con agua, pero nunca las deje en remojo,  también puede utilizar aceite esencial de limón biológico. Si es necesario pele la fruta ante las sospecha del uso de pesticidas.
  • Utilice los métodos de cocinado a fuego lento y bajas temperaturas de cocinado. El mejor modo de preparar los alimentos (sin contar los crudos) es al vapor, salteados y hervidos (nunca más de 20 min). No cocine en exceso, queme o tueste los alimentos, fría los alimentos lo menos posible y olvídese del microondas.
  • Deje hervir el agua antes de echar las hortalizas. Deben estar troceadas para que tarden el menor tiempo posible, y cocer con la menor cantidad de agua posible. Cocine los alimentos exactamente hasta que estén tiernos y emplee temperaturas de cocinado bajas y moderadas (no pasar de los 100º). Una vez cocinados servirlos lo antes posible. Evite tener que recalentarlos (no utilizar el microondas en ningún caso). Guarde y emplee los líquidos de cocción. Los tubérculos y las raíces se pueden cocer sin pelarlas (así retienen más vitaminas y elementos minerales) y prepararlos justo antes de servir.
  • Es recomendable poner en remojo las legumbres durante horas antes de cocinarlas. Tire el agua en la que hayan estado en remojo y cocínelas en agua renovada.
  • Hasta los aceites de mejor calidad pierden propiedades beneficiosas cuando se calientan. Por ello, el aceite se debe añadir en crudo cuando ya estén los alimentos cocinados. Consuma aceites de primera presión en frío.
  • Los mejores utensilios para cocinar son el cristal, la cerámica o el acero inoxidable. Se recomienda evitar cocinar con aluminio, cobre, así como utilizar el microondas. Para remover los alimentos utilice los instrumentos de madera.
  • Conviene no consumir una gran cantidad de fluidos antes, durante y después de las comidas ya que tienden a diluir los jugos digestivos y debilitan la función digestiva.
  • Hay que procurar tener un horario para las distintas comidas y que se mantengan todos los días. El estado de ánimo tiene una importancia primordial a la hora de comer. A la hora de comer hay que evitar las prisas, estar preocupado por los problemas cotidianos, leer y sobretodo discutir. El descanso, una vez terminada la comida es indispensable para una buena digestión. “La comida reposada y la cena paseada”.
  • Se debería cenar al menos 3 horas antes de ir a la cama. Esto no sólo hace que tenga una digestión mejor, sino que se tenga un sueño más descansado.
  • Gran número de problemas digestivos están relacionados con una masticación insuficiente y desaparecen si se sigue el consejo de Gandhi: “No traguéis los alimentos sólidos hasta que no estén masticados y se hagan líquidos”. Según las tradiciones de la India, gran parte de la energía vital (Prana) de los alimentos se absorbe en la boca durante la masticación. Recordemos que no nos nutrimos de lo que comemos sino de los que absorbemos o asimilamos y utilizamos metabólicamente.

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